Trump se abraza al carbón, un sucio combustible fósil en declive en EE UU y el resto del mundo

Con su retahíla habitual de falsos argumentos y exageraciones, y rodeado de operarios del sector del carbón, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó el martes cuatro órdenes ejecutivas destinadas a intentar incrementar el uso en su país de este combustible fósil, el más contaminante y el que más contribuye al calentamiento global. Entre otras cosas, abre la puerta a la minería del carbón en terrenos federales y a suspender las restricciones sobre contaminantes para las centrales que queman este combustible. El anuncio es una vuelta al pasado; en concreto, a 2017, al inicio de su anterior mandato, cuando Trump prometió por primera vez un renacer del carbón que no se produjo. Pasó justo lo contrario.