La Organización Marítima Internacional aprueba un sistema para gravar las emisiones del sector, aunque sin el consenso de los países

La Organización Marítima Internacional (OMI), una agencia dependiente de la ONU de la que forman parte más de 170 países, ha aprobado este viernes la creación de un sistema mundial para gravar las emisiones de efecto invernadero de este sector. El nuevo mecanismo, que no convence a los países más ambiciosos y activistas, ha salido adelante sin el consenso de todos los Estados, y se ha tenido que recurrir a una votación. En cualquier caso, lo acordado implica que a partir de 2028 todos los buques tendrán que utilizar una mezcla de combustibles que emitan menos gases o pagar en función de lo que expulsen a la atmósfera. Y los que empleen las formas de propulsión más verdes recibirán a cambio derechos de emisión con los que podrán comerciar.