Por Namya Joshi, Activista juvenil por el clima, India
Como joven activista por el clima, se me rompe el corazón cada vez que pienso en el daño que estamos causando a nuestro planeta. Solo tenemos un planeta, una oportunidad para marcar la diferencia. No hay un Planeta B al que recurrir. Sin embargo, aún podemos encontrar esperanza e innovación en lugares inesperados. A través de los videojuegos, podemos crear mundos virtuales donde practicar una vida sostenible y llevar esas lecciones de vuelta a nuestra propia realidad.
Creo firmemente que la educación es fundamental para abordar los desafíos medioambientales urgentes de nuestro tiempo. Sin embargo, los métodos tradicionales de enseñanza a menudo no logran involucrar a los estudiantes, especialmente cuando se tratan temas complejos como los problemas sociales y el cambio climático. Es precisamente por eso que he dado mi apoyo de todo corazón a la petición juvenil que está siendo promovida por el Informe GEM de la UNESCO, que aboga por una educación sobre el cambio climático más orientada a la acción y centrada en lo socioemocional en las escuelas. Reconociendo esta brecha, he recurrido a los videojuegos como una potente herramienta para fomentar la conciencia ambiental e inspirar a los jóvenes a entrar en acción.
Mi viaje comenzó en quinto grado, cuando me di cuenta de que muchos de mis compañeros estaban desconectados de sus estudios. Motivada por la idea de dejar huella, organicé talleres para profesores sobre el aprendizaje basado en juegos y creé lecciones educativas en un entorno de videojuego para mis compañeros.
A medida que avanzaba en el colegio, mi pasión por el clima y la educación de calidad creció. Reconocí el potencial de los juegos para ayudar a los niños a comprender las complejidades de los problemas ambientales de una manera divertida e interactiva. A través de los videojuegos, podemos simular escenarios del mundo real, como las consecuencias de la escasez de agua o los beneficios de las energías renovables, e incentivar a los estudiantes a reflexionar críticamente sobre su impacto en el planeta.
Mi pódcast, «#EachOneTeachTen – Un mundo increíble de STEM» (acrónimo inglés: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), comenzó en 2020 con la misión de inspirar a las personas a involucrar a los estudiantes en el aula con STEM y aprendizaje basado en juegos, y actuar ante problemas sociales y ambientales como el cambio climático. Creo firmemente que cada uno de nosotros tiene el poder de tener un gran impacto, sin importar cuán pequeña pueda parecer nuestra contribución. El logo en la pared detrás de mí, «Tienes todo el poder dentro de ti», es un recordatorio constante de esta creencia.
He desarrollado numerosas lecciones basadas en juegos que se enfocan en la educación climática. Estas lecciones permiten a los estudiantes explorar diferentes escenarios, experimentar con soluciones sostenibles y vivir las consecuencias de sus acciones. Al interactuar con estos mundos virtuales, los estudiantes pueden desarrollar una comprensión más profunda del cambio climático y un sentido de agencia para abordarlo.
Una de mis lecciones más exitosas, basada en un juego, se centró en la conservación del agua. En este juego, los jugadores tenían la tarea de gestionar el consumo de agua en su hogar y enfrentar las consecuencias de la escasez de agua. Al experimentar los desafíos de primera mano, los estudiantes eran más propensos a comprender la importancia de conservar el agua en su vida diaria.
Creo que el aprendizaje basado en juegos también puede ser una herramienta valiosa para la educación STEM. Al incorporar problemas del mundo real en desafíos basados en juegos, podemos ayudar a los estudiantes a desarrollar las habilidades y el conocimiento que necesitan para convertirse en innovadores y solucionadores de problemas. Por ejemplo, he creado desafíos en Minecraft centrados en la sostenibilidad climática, alentando a los jugadores a explorar fuentes de energía renovables, reducir su huella de carbono y proteger la biodiversidad.
Además de mis propias iniciativas, me ha inspirado el trabajo de organizaciones como la UNESCO, que han desarrollado desafíos en Minecraft centrados en la paz y la sostenibilidad climática. Estos desafíos ofrecen oportunidades para que los estudiantes aprendan sobre problemas globales importantes mientras se divierten.
Debemos recordar que todos, sin importar la edad, el género o el origen, tenemos un papel que desempeñar. Pero el cambio no ocurre de forma aislada. Comienza con cada uno de nosotros. Los videojuegos son más que solo entretenimiento; pueden ser una herramienta poderosa para la educación y el cambio social. Al utilizar los juegos para involucrar a los estudiantes en la educación climática, podemos inspirar a una nueva generación de activistas ambientales y solucionadores de problemas.
*‘Jugar por el Bien Común, una misión tan audaz,
En los mundos virtuales, las mentes se despliegan.
Con sabiduría sobre el clima, el agua y la tierra,
Juntos, cultivamos un renacimiento sostenible.’*
Namya Joshi, Activista juvenil por el clima, India
Namya Joshi, una activista climática juvenil de 16 años, gamer y organizadora de India, cree que los videojuegos pueden ser una herramienta poderosa e innovadora para involucrar a los jóvenes en la educación climática e inspirar el activismo ambiental.
Esta tribuna forma parte de una serie que publicamos en @cdoverde de EFEverde.com en colaboración con UNESCO con ocasión del el día de la educación en la COP 29.
Foto principal: En la imagen de archivo, un niño indio camina por un terreno agrietado, en el pasado una charca, debido a la fuerte sequía, en Bhubaneswar, Orissa, India. EFE/APA/STR
Creadores de Opinión Verde #CDO es un blog colectivo coordinado por Arturo Larena, director de EFEverde
Esta tribuna puede reproducirse libremente citando a sus autores y a EFEverde.
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