España reclama a Bruselas que no dé marcha atrás en las obligaciones verdes para las empresas

La UE se convirtió durante el anterior mandato de la Comisión Europea en el referente internacional en regulación sobre finanzas verdes al establecer herramientas para que las empresas informen de su huella medioambiental y marcar criterios a través de la denominada taxonomía, la clasificación en la que se establece qué inversiones se pueden considerar realmente que aportan a la lucha contra el cambio climático. Pero, con una Comisión mucho más derechizada tras las últimas elecciones europeas, ese edificio legislativo corre el riesgo de saltar por los aires. El 26 de febrero Bruselas tiene previsto presentar la primera tanda de su reglamento ómnibus, cuya razón es avanzar en una simplificación normativa ante las quejas de algunas empresas. Sin embargo, una pulsión desregulatoria recorre Europa y los que antes eran los grandes defensores de esa taxonomía y esas obligaciones de reporte para las empresas —como el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz— tienen en el punto de mira esas normas verdes. En este contexto, el Gobierno de España ha enviado este lunes una carta a la Comisión Europea en la que advierte de que la necesaria “simplificación” no debe “cuestionar” la “ambición en los valores europeos clave”.