El atropello mortal a un niño en Madrid reactiva las protestas para pedir entornos escolares seguros

El pasado domingo 11 de mayo, el pequeño Ian, de seis años, fue atropellado por un coche en una calle estrecha de Usera (Madrid), donde hay un colegio, y falleció al día siguiente. Ese hecho dramático ha reactivado las protestas para pedir entornos escolares seguros, con menos coches, contaminación y ruido. Si hace cinco años se canalizaron a través de la Revuelta escolar —que cortaba las calles frente a los colegios un viernes al mes—, ahora se traducen en un respaldo a la campaña europea Street for Kids: la iniciativa que organiza 550 protestas por toda Europa, 80 de ellas en España, a las que se han sumado tanto la escuela infantil como el colegio situados en el lugar del último atropello. “Es una pena, hasta que no suceden estas desgracias la Administración no nos toma en serio, pero nos demuestran que hay que seguir protestando”, dice Yetta Aguado, de Revuelta Escolar en Madrid.