Construir ferrocarriles genera más emisiones que levantar aeropuertos, pero se compensan en varios años de uso

El tren es hasta 20 veces más limpio que el avión, pero esta estimación solo mide cuando se mueven, por la energía que utiliza cada modo de transporte (los AVE emplean electricidad con garantía de origen renovable y los vuelos usan queroseno), y no tiene en cuenta la construcción de las vías férreas, los túneles, los viaductos, las estaciones… La empresa pública Ineco ha desarrollado una herramienta —CarbonTrack360— que evalúa el impacto ambiental del transporte considerando todo el ciclo de vida de las infraestructuras, desde su construcción a su operación y mantenimiento. El resultado, plasmado en un informe que adelanta EL PAÍS, muestra que construir ferrocarriles genera muchas más emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que levantar aeropuertos, pero si hay suficiente demanda se compensan en varios años de uso. Por ejemplo, las emisiones acumuladas de la línea Madrid-Córdoba-Sevilla/Málaga son de 48 kilos de CO₂ equivalente por viajero (la unidad con la que se miden los gases de efecto invernadero), la mitad de las de cada pasajero aéreo de la misma ruta (90 kilos de CO₂e).