Un equipo internacional de científicos que ha empleado observaciones realizadas por satélites de la NASA, ha descubierto que la cantidad total de agua dulce de la Tierra empezó a disminuir abruptamente a partir de mayo de 2014 y se mantiene en niveles anormalmente bajos desde entonces. En un informe publicado en Surveys in Geophysics, los investigadores consideran que la Tierra ha entrado en una fase persistentemente más seca.