El ficus centenario de San Jacinto afronta su tala definitiva. “Era parte de nuestra memoria”

A las ocho de la mañana de este jueves el ruido de las motosierras sorprendía al barrio de Triana. Un sonido similar al de hace tres años y justo en el mismo sitio: el tronco del ficus centenario de la iglesia de San Jacinto. Entonces, sus ramas estaban inundadas de hojas verdes que se desparramaban a lo largo de todo el compás del templo y la esquina de la calle. Ahora es una triste silueta seca y gris con todos su tallos amputados. El árbol ha terminado de morir en este tiempo y el Ayuntamiento de Sevilla ha decidido culminar su tala definitiva, que comenzó en agosto de 2022 de manera abrupta y que los vecinos y asociaciones ecologistas, que han tratado de luchar por su supervivencia todo este tiempo, no han conseguido revertir.