Feed MRSS-S NoticiasEl lago y campos de arroz del noreste del espacio protegido se llenan de toda clase de residuos, incluidos “elementos altamente tóxicos”, según la primera evaluación de daños
Vicent Moncholí, 75 años, y su hijo Francesc, 49, están plantados en medio del arrozal que tienen en el parque natural de la Albufera, un espacio catalogado como de especial protección por la Unión Europea, donde la dana ha causado la peor crisis ambiental, como mínimo, de los últimas cuatro décadas, según el primer informe oficial de evaluación de los daños. La cantidad y variedad de basura esparcida alrededor de los Moncholí resulta desconcertante. Como si un gigante hubiera levantado un centro comercial, le hubiera dado la vuelta y lo hubiera agitado sobre el campo. Hay fármacos ―Amoxicilina (el blíster abierto, las pastillas convertidas en papilla), Sulpirida, Ciclofalona, Meramizol…―, botes de pintura, botellas de cerveza, garrafas de agua, cápsulas de café, latas de aceite de automóvil, garrafas de detergente industrial, un almohadón, zapatillas de deporte, un traje de neopreno, dos depósitos de mil litros cada uno de un líquido que según la pegatina que conserva en un costado es inflamable, cascos de moto, vigas de madera, un banco, boquillas de tabaco, recipientes vacíos de aguarrás, decenas de envases de crema de la cara, bolsas medio abiertas de aislante térmico para construcción, incontables pellets de plástico medio ocultos en el fango, y, al fondo, una nevera horizontal de bar roja de Estrella Galicia.